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KANSAS CITY, Mo. (BP) -- "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puestos para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé (Juan 15:16).
Vivimos en un mundo en el cual la población está creciendo de una manera astronómica. En contraste las iglesias no están alcanzando el mismo nivel de crecimiento de la población. El resultado es algo muy alarmante y a la vez algo que nos debe hacer pensar. ¿Será que las iglesias no crecen porque ya todos alrededor de la iglesia conocen a Cristo? ¿Será que las iglesias no crecen porque las personas están en rebeldía a las cosas de Dios? ¿Será que el pueblo de Dios no ve la urgencia espiritual? Naturalmente estas preguntas son simples pero no roba a la seriedad del reto que tenemos cada uno de nosotros.
Yo soy producto de personas que invirtieron de su tiempo para desarrollarme en lo que hoy soy. Hemos oído la palabra "discipulado" pero pocos realmente hemos tomado la responsabilidad de discipular a otras personas. ¿Cuán diferente seria el ministerio de tu iglesia si hubiera un ministerio intencional de discipular a otras personas? En los últimos cinco años me he propuesto invertir mi vida en la vida de otras personas.
En el espacio que tengo quiero compartir algunas sugerencias de cómo TU puedes impactar una vida este año discipulando a otra persona. No es mi propósito de presentar ni recursos ni tampoco metodología ya que el espacio no lo permite. Sí quiero presentar ocho principios básicos que puedes poner en práctica. Estos principios han sido adaptados de un pequeño libro que ha influenciado mi vida y ministerio por todos estos años. "Plan Maestro de la Evangelización" escrito por Roberto Coleman aunque su énfasis es evangelismo sus enseñanzas se pueden aplicar al discipulado.
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Primero, Selecciona a la persona que vas a discipular. Jesús trabajo a través de personas. El escogió a doce e invirtió su vida por cada uno de ellos. Observa aquellas personas que Dios ha puesto a tu alrededor y ora al Señor que El te traiga a una persona que tú puedas discipular.
Segundo, desarrolla las relaciones. El conocimiento se enseña por asociación más que por un currículo de enseñanza. Las relaciones en el ministerio son de considerable importancia. Cristo siempre estableció relaciones con sus doce aun con aquel que le traicionó. El apóstol Pablo dijo, "por tanto, os ruego que me imitéis (1 Cor. 4:16)." Jesús selecciono a los discípulos para que estuvieran con El y los envió a predicar la palabra.
Tercero, Debe de existir un compromiso de partes de ambas personas. Esto no es un programa de estudio sino un proceso de desarrollar al discípulo en la vida Cristiana. Dejar que el observa tu vida tal y como eres. Esto es algo muy difícil para muchas personas ya que tenemos siempre algunas cosas escondidas en nuestro closet.
Cuarto, entrégate por completo para invertir de tu tiempo, conocimiento y vida a la persona que Dios te entrego para discipular. Cristo se entrego totalmente a los discípulos por medio de su amor (Juan 13:34); Su gozo (Juan 15:11); Su vida (Juan 3:16; y Su paz (Juan 14:27). Jesús también entrego a los discípulos Su pasión por un mundo perdido.
Quinto, enséñales como se hace. Jesús enseno de una manera práctica e informal. Es muy difícil para nosotros entender la manera informal de Sus enseñanzas en un mundo lleno de tecnología. Les enseño como orar (Mateo 6:9); las enseñanzas de la Palabra (Marcos 12:10); como vivir en el mundo (Mateo 25:34); como tratar con conflictos y controversias (Lucas 23:33); les enseño sobre misiones (Lucas 9:12).
Sexto, dales un trabajo que puedan hacer. Provee oportunidades de ministerios donde el discípulo puede desempeñar un trabajo de importancia. Por ejemplo, lo puedes a llevar a testificarle a otra persona. Tú le permites que él sea quien comienza saludando a la persona y haciendo algunas preguntas iníciales. Ahora tú continúas compartiendo tu fe para que el discípulo observa. En la próxima ocasión le das más responsabilidad y tú hace s menos. Jesús sabia cuando sus doce estaban listos para un ministerio especifico.
Séptimo, pídeles que rindan cuentas de lo que le has pedido que hagan. Después que los discípulos regresaron de cumplir con su ministerio "se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado (Marcos 6:30)."
Octavo, Jesús confiaba en que Sus discípulos se multiplicaran. Yo soy parte del cuerpo de Cristo porque alguien tomo tiempo para hablarme de Jesucristo. Imagínate si tú invirtieras tu vida en dos personas. Después esa persona invierte su vida cada uno en dos personas adicionales. Esto es multiplicación y no solo adición.
Una respuesta a las preguntas hechas al principio de este artículo es que la iglesia puede crecer si el pueblo de Dios toma la decisión de intencionalmente practicar el arte perdido del discipulado (Ver 2 Timoteo 2:2). Te invito a que explores e inviertas tu vida en entrenar a otra persona. ¡¡¡Bendiciones!!!
Gustavo Suárez es profesor de iniciación de iglesias y director del centro Nehemías para Iniciación de Iglesias en Norte América en el Seminario Bautista Teológic de Midwestern.
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